martes, 29 de marzo de 2016

EL MOISES DE MIGUEL ANGEL BUONAROTTI

Es una escultura renacentista que pertenece al Cinquecento, es una obra de el famoso escultor florentino Miguel Ángel Buonarotti que fue realizada en 1515. Esta figura se encuentra en la iglesia de San Pedro in Vincoli y es la figura central de la tumba del papa Julio II. Esta escultura está realizada en mármol de Carrara y es de bulto redondo.
En las características podemos observar la búsqueda de la belleza ideal centrándose en el naturalismo, muestra gran interés por su anatomía, está presente el antropocentrismo ya que el hombre es el centro de la tierra. La composición es cerrada clásica; se estructura en una eje vertical desde la cabeza hasta el pliegue formado entre las piernas del profeta y esta figura queda enmarcada por dos líneas rectas en cada uno de los extremos.Existe un ligero contrapposto marcado por el giro de la cabeza y la simétrica composición entre brazo izquierdo hacia arriba y derecho hacia abajo, y ocurre lo mismo con las piernas la izquierda hacia afuera y la derecha hacia adentro. Con estas curvas y estos giros consigue la apariencia de el movimiento, sus músculos se encuentra en tensión, dando así una imagen de grandiosidad, Capta el momento en el que Moisés se va a levantar del trono furioso por la infidelidad de su pueblo, por ello la gran expresión de sus ojos, una mirada fulminante y concentrada en la captación de la ira, a esto se le conoce como terribilitá. En esta escultura Miguel Ángel fue influido por la figura de el Laocoonte, es la culminación del idealismo dramático la cual protagoniza esta etapa.
La temática es bíblica ya que es un pasaje del antiguo testamento. Al regresar de su estancia de cuarenta días en el monte Sinaí, portando bajo el brazo Las Tablas de la Ley observa la gran infidelidad que cometen los israelitas, los cuales adoraban al Becerro del Oro.

viernes, 8 de enero de 2016

CARRO DE HENO

Es una obra del pintor holandés El Bosco, se encuentra en el Museo del Prado. Es un tríptico abierto que está dedicado al pecado.


Está pintado al óleo sobre tabla, la tabla central mide 135x100 cm y las tablas laterales 135x45 cm. En el lateral izquierdo muestra su origen en el mundo desde el pecado de Eva hasta los ángeles caídos. En el centro se ve la humanidad arrastrada por el pecado, el cual representa el Carro de Heno, es una metáfora que proviene de la Biblia. Se encuentra en el artículo de Isaías, que dice así; "Toda la carne es como el heno y toda la flor como el esplandor de los campos. El heno se seca, la flor se cae". Por otro lado la tabla derecha deja ver el infierno, destino de los pecadores, con castigos acordes a sus pecados. En el tríptico cerrado aparece un anciano peregrino, que recorre el camino de la vida.




Su fecha se sitúa entre el 1500 y 1502, aunque actualmente podemos saber gracias a un análisis científico que se encuentra en el 1516, con lo que se deduce de ser una obra en el último período del artista. El rey Felipe II lo compró en 1570, posteriormente fue trasladado al Escorial, donde se hizo una copia de dicho cuadro y se quedó en este monasterio, el original fue trasladado a la Casa de Campo y a la colección del Marqués de Salamanca después. Debido a la guerra civil fue trasladado a el Museo del Prado, para su buena conservación.

En este cuadro se nota como el autor intenta relatar como todas las clases sociales son corrompidas por la riqueza y el lujo, podemos observar que los mas poderosos, es decir, las clases mas privilegiadas no les cuesta llegar a la cima, mientras que las clases pudientes les cuesta más trabajos y con varios obstáculos que les impide que les sea más fácil. En conclusión denuncia el gusto por las riquezas y el lujo.